Un museo de computadoras de canicas

Llevo un año trabajando en un proyecto emocionante: una exposición de computadoras que funcionan sin electrónica. Máquinas que resuelven problemas lógicos o matemáticos mediante canicas y trampillas que se mueven.

Este proyecto nace con el propósito de continuar la serie de vídeos sobre las calculadoras con un formato combinado de vídeos y exposición física. Las máquinas están diseñadas para explicar, de menor a mayor complejidad, cómo funcionan los autómatas finitos y las máquinas de Turing a partir de problemas concretos. Al contrario que los aparatos que diseñé para grabar los vídeos anteriores, estas máquinas se pueden tocar, explorar y modificar por cualquier visitante. No son tan delicadas, vaya.

Las máquinas están formadas por piezas impresas en 3D que encajan entre sí. El diseño es harto ingenioso: puedes construir máquinas que resuelvan un problema determinado ensamblando las piezas de una manera u otra. ¿Necesitas una calculadora? Coloca las piezas como en la imagen de arriba y tendrás una. ¿Necesitas una máquina que juegue al nim? Encájalas como en el short de abajo y lo habrás conseguido.

Una exposición con incertidumbre en la posición

Este proyecto ganó una convocatoria para el Fomento de la Cultura Científica, Tecnológica y de la Innovación de la FECYT. La temática, el grado de originalidad y la acción combinada de formatos virtual y físico nos hizo ganar el octavo puesto a nivel nacional.

La exposición iba a ubicarse en el Museo de las Matemáticas de Huesca, con quienes he trabajado conjuntamente los últimos meses. Por desgracia, el museo se ha visto obligado a abandonar la ciudad y la exposición se retrasa hasta nuevo aviso. Quizá aparezca como exposición permanente en el nuevo emplazamiento, o quizá se convierta en exposición itinerante y viaje por España. Ya os comentaré.

En cualquier caso, las máquinas están fabricadas con impresora 3D. Se tarda bastante tiempo en imprimir las piezas de una máquina completa, pero este formato abre la puerta a que, en el futuro, pueda vender algunos modelos concretos a centros educativos o entusiastas particulares. Está todo en el aire.